El Otoño es una estación muy pintoresca, las hojas de los árboles cambian de color produciéndose un espectáculo magnífico, convirtiéndose así en la estación de los mil colores.
El Otoño es una de las cuatro estaciones del año y su nombre proviene del dios egipcio Atum que simboliza el sol que se oculta en la tierra. El Otoño abarca parte de Septiembre, Octubre, Noviembre y parte de Diciembre, siendo además la estación de las cosechas, por ejemplo, del maíz y el girasol. En la literatura, el Otoño, en sentido figurado, representa la madurez.
Durante el Otoño, las hojas de los árboles caducos cambian su color y el verde se vuelve amarillo, marrón y/o rojo, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. A partir de esta estación, la temperatura comienza a bajar. En Otoño el clima se hace más moderado y los días y las noches tienen casi que la misma duración. Es la estación del año que comienza con el equinoccio de Otoño y que termina con el solsticio de Invierno.
Esta estación tiene una duración promedio de 83 días cortos, 14 horas y 24 minutos, aunque se debe tener en cuenta que con el calentamiento global ninguna de estas épocas son exactas. Las plantas sufren muchos cambios de temperaturas y humedad en esta época y estas son dos de las condiciones que más afectan los jardines y bosques. Además de los cambios en las plantas, en Otoño se debe pensar en consumir alimentos de alta concentración energética: semillas, leguminosas, aguacates, frutos secos y picantes como el ajo, jengibre, clavo, pimienta, para que nos ayuden a conservar el calor interno y prepararnos para la temporada invernal en que se incrementa el frío.
Características del Otoño
En esta época del año los árboles pierden sus hojas y su verdor, la energía que antes se concentraba en las hojas se recoge hacia las raíces para mantenerse durante los meses fríos. Las hojas de los árboles cambian y su color verde se vuelve amarillento, marrón o rojo hasta que se secan y caen.
Esta estación obliga al organismo a una serie de adaptaciones. Hay que prepararse frente al descenso de las temperaturas y eso lo hace el cuerpo a través de un mayor consumo de energía que precisa el centro cerebral de regulación térmica. Ese mayor gasto energético es uno de los factores que influye en el descenso de la capacidad de defensa frente a los gérmenes.
El tiempo húmedo y templado es propicio para el desarrollo de muchos virus y bacterias, lo que aumenta el peligro de infecciones, especialmente del aparato respiratorio cuando los peligros del verano se centran más bien en las del aparato digestivo. También la disminución de las horas de luz solar a través de la estimulación de los centros cerebrales y sus conexiones con el sistema hormonal es uno de los elementos que influyen en el aumento de los problemas de depresión y empeoran algunas manifestaciones psicosomáticas típicas como las gastritis y úlceras estomacales.
Alimentos típicos de la estación
El Otoño es una estación donde la granada y la uva son las frutas protagonistas. El ácido cítrico que contiene la granada ejerce una acción desinfectante, además de estimular la acción de la vitamina C. En cuanto a la uva, se trata de una fruta con muchas calorías debido a su alta cantidad de azúcares. Por otro lado, presenta una acción antioxidante y una gran cantidad de hierro. Además de la granada y de la uva, también son frutas de temporada: las naranjas, higos, peras, Kiwi, mandarinas, manzanas, aguacates, pomelos, chirimoya, mandarina, los frutos secos, etc.
Con la llegada de esta estación se rescata una gran cantidad de verduras. Los hongos, repollos, alcachofa, coliflor, calabaza, calabacín y berenjenas, son las verduras protagonistas, mientras que las hortalizas como la cebolla, lechuga, zanahorias y puerro, se pueden encontrar en el Otoño así como en otras estaciones.