Un número récord de niños se desplaza por América Latina y el Caribe, enfrentando viajes peligrosos, indicó un informe de la agencia.
Los niños de América Latina que salen de sus hogares, representan alrededor del 25% de los migrantes, según UNICEF, casi el doble de la media mundial que es del 13%. “Cada vez hay más niños en movimiento, de una edad cada vez más temprana, a menudo solos y procedentes de diversos países de origen, incluso de lugares tan lejanos como África y Asia”, dijo Garry Conille, Director de UNICEF para América Latina y el Caribe. “Cuando atraviesan varios países y, a veces, toda la región, las enfermedades y las lesiones, la separación familiar y los abusos pueden plagar sus viajes y, aunque lleguen a su destino, su futuro a menudo continua estando en peligro”.
Solo en la peligrosa ruta de la selva del Darién, al menos 29,000 niños cruzaron la frontera en 2021, seguidos por unos 40,000 el año pasado. En solo los ocho primeros meses de 2023, más de 60,000 niños han realizado la travesía, la mitad de ellos menores de cinco años, la cifra más alta registrada en un solo año. Esta tendencia se refleja en la frontera Sur de Estados Unidos, donde las autoridades registraron la entrada de más de 83,000 niños en los siete primeros meses del año fiscal 2023, que va de Octubre del año anterior a Septiembre. En los años fiscales 2022 y 2021, se registraron más de 155,000 y 149,000 cruces de niños, respectivamente.
Según UNICEF, las causas fundamentales de la crisis van desde la pobreza generalizada y las oportunidades laborales hasta la desigualdad estructural, la inseguridad alimentaria y la aceleración del cambio climático. Desastres como huracanes y terremotos han exacerbado aún más el desplazamiento interno en la región y los impactos persistentes de la pandemia de COVID-19.
Los niños migrantes también se enfrentan a graves riesgos físicos. En 2022, al menos 92 niños migrantes murieron o desaparecieron debido a peligros naturales, violencia, explotación y abusos. Los peligros se amplifican por el acceso limitado a los servicios de atención sanitaria, nutrición y protección, especialmente para los más vulnerables. Para hacer frente a esta crisis, la agencia había solicitado ayuda financiera para satisfacer las necesidades de los refugiados y los niños migrantes en varios países de América Latina y el Caribe, como Brasil, Chile, Colombia, Guyana, Perú y Trinidad y Tobago, entre otros.
También solicitó ayuda para las personas en su tránsito a través de Centroamérica y México. Sin embargo, hasta la fecha, ambos llamamientos han recibido menos de una cuarta parte de la financiación. UNICEF también exhortó a los Estados miembros a movilizar un mejor enfoque regional, ampliar las vías seguras de migración y reforzar los procesos fronterizos y de recepción que tengan en cuenta a los niños.