Los costos de los alimentos siguen siendo altos y los consumidores continúan modificando sus hábitos de alimentación y gastos dentro y fuera del hogar, informa Circana.
El año pasado la inflación de los precios de los alimentos en el comercio minorista y los servicios de alimentación, superó los niveles alcanzados durante la Gran Recesión. Aunque la inflación se está moderando, el encarecimiento de los alimentos seguirá influyendo este año en el gasto y en el comportamiento alimentario de los consumidores, según Circana, anteriormente IRI y The NPD Group.
La comida siempre será la prioridad de los consumidores, tanto en tiempos difíciles como de bonanza económica, ya sea que se coma en casa o fuera de ella, según los analistas de la industria de alimentos y bebidas y servicio de alimentos de Circana que hablaron en la Cumbre de Crecimiento de la compañía, celebrada en Las Vegas. Cuando se enfrentan a precios más altos, los consumidores recurren a múltiples tácticas para reducir o reasignar el gasto en alimentación dentro y fuera del hogar, como cambiar de marca, comprar a granel, utilizar más las sobras o elegir un restaurante de servicio rápido en lugar de uno de servicio completo.
De los 2,9 billones de dólares en gasto minorista de los consumidores que Circana examina, el gasto en alimentos y servicio de comidas representa la mayor parte, casi 1,5 billones de dólares. La inflación del precio de los alimentos en los 12 meses que finalizaron en Febrero de 2023 fue del 10.2% en el hogar y de 8.4% fuera del hogar. Si bien la tasa de inflación fuera del hogar no es tan alta como en el hogar, los costos del servicio de alimentos son más de cuatro veces superiores a los de las comidas en el hogar y la diferencia absoluta en dólares es cada vez mayor. El encarecimiento de los alimentos ha repercutido en el gasto discrecional. David Portalatin, asesor de Circana para el sector de la alimentación y los servicios alimentarios, explicó que algunos de los descensos del gasto minorista discrecional del año pasado, se debieron a la necesidad de financiar un mayor gasto en alimentación y bebidas.
Las ventas de alimentos y bebidas dentro y fuera del hogar crecieron un 8% en 2022, superando las normas históricas. El gasto en alimentos para el hogar sigue siendo la parte más grande de las ventas de alimentos y bebidas, el 61%, lo que se corresponde con el 86% de las comidas provenientes de tiendas de comestibles y otros puntos de venta minorista al año, dijo Cara Loeys, directora de participación del cliente de CPG en Circana.
Las ventas minoristas (para el hogar) de alimentos y bebidas aumentaron un 9% y alcanzaron los $931 mil millones en las 52 semanas que terminaron en Diciembre y el gasto directo en servicio de alimentos del consumidor aumentó un 6% con $606 mil millones en ventas. Con los costos más altos de los alimentos y el regreso a muchas rutinas previas a la pandemia, los consumidores han cambiado sus hábitos alimenticios y de gasto.
Portalatin y Loeys esperan que los consumidores manejen los altos costos de los alimentos en 2023 con los mismos comportamientos que usaron el año pasado, como bajar de precio, cambiar a canales minoristas de menor valor o de restaurantes de servicio completo a restaurantes de comida rápida informal.
