El 60% de los alimentos que compran los estadounidenses contienen aditivos alimentarios técnicos, un 10% más que en 2001.
Un nuevo estudio publicado en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, publicado por Elsevier, ha determinado que el 60% de los alimentos que compran los estadounidenses contienen aditivos alimentarios técnicos que incluyen agentes colorantes o saborizantes, conservantes y edulcorantes. Esto representa un aumento del 10% desde 2001. Los resultados también presentan pruebas convincentes de que la prevalencia de los aditivos alimentarios va en aumento; los fabricantes han aumentado el número medio de aditivos contenidos en los alimentos y bebidas comprados de 3,7 en 2001 a 4,5 en 2019.
Aunque los aditivos alimentarios pueden prolongar la vida útil y mejorar la palatabilidad (gusto agradable al paladar), no se conocen del todo sus consecuencias para la salud. Evaluar la exposición a los aditivos alimentarios a lo largo del tiempo es un paso fundamental para comprender su papel en el aumento del peso corporal, los cambios negativos en el microbioma intestinal y otros resultados adversos para la salud asociados a los alimentos ultraprocesados.
“Nuestra investigación muestra claramente que la proporción de alimentos ultraprocesados con aditivos en los carritos de la compra de los estadounidenses aumentó significativamente entre 2001 y 2019. Observamos esta tendencia en todas las categorías de alimentos y aditivos”, señaló la investigadora principal, Elizabeth K. Dunford, PhD, División de Política Alimentaria, The George Institute for Global Health, Universidad de Nueva Gales del Sur, Sídney, Australia y Departamento de Nutrición, Escuela Global de Salud Pública Gillings, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, Estados Unidos.
En 2019, más de la mitad del total de alimentos y bebidas envasados comprados por los hogares estadounidenses contenían tres o más aditivos. Además y, quizás lo más preocupante, un porcentaje un 22% mayor de las compras de alimentos infantiles eran ultraprocesados y contenían aditivos. “Estos hallazgos nos preocupan, dada la creciente evidencia que vincula el alto consumo de alimentos procesados con resultados adversos para la salud”, señaló la Dra. Dunford y agregó que los investigadores observaron una tendencia positiva, una disminución en el uso de sabores agregados en los refrescos carbonatados.
Los consumidores estadounidenses compran cada año más de 400 mil alimentos y bebidas envasados en las tiendas de comestibles y constantemente se añaden nuevos productos a las estanterías. El aumento de alimentos ultraprocesados significa que las personas consumen más azúcar, sodio y grasas saturadas.
“Dado que los fabricantes producen alimentos y bebidas con un número cada vez mayor de aditivos, es más importante que nunca saber qué contienen los alimentos que compran y consumen los estadounidenses”, comentó el investigador principal del estudio, Barry Popkin, PhD, W.R. Kenan, Jr. catedrático distinguido del Departamento de Nutrición de la Escuela Mundial de Salud Pública Gillings y del Centro de Población de Carolina, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.).
Este es el primer estudio que examina lo que compran los consumidores estadounidenses (en lugar de basarse en la ingesta declarada de alimentos y bebidas) para evaluar la exposición a los aditivos alimentarios de los alimentos ultraprocesados, lo que resulta esencial para evaluar su papel en los riesgos adversos asociados para la salud.