El Papa cambió la ley que permitirá a las mujeres servir como lectoras en las liturgias, monaguillos y distribuidoras de la comunión.
En un decreto, el Papa formalizó lo que ya ocurre en muchos países desde hace años. Pero con el cambio en el Código de Derecho Canónico, los obispos conservadores no podrán bloquear a las mujeres en su diócesis de esos roles.
El Vaticano enfatizó que los roles eran “esencialmente distintos del ministerio ordenado” y no eran un precursor automático de que un día las mujeres pudieran ser ordenadas como sacerdotes.
En el decreto, llamado “Spiritus Domini” (El Espíritu del Señor), el Papa dijo que había actuado después de una reflexión teológica.
En una carta adjunta, el Papa dijo que quería traer “estabilidad y reconocimiento público” a las mujeres que ya desempeñan estas funciones.
En un gran cambio en Agosto pasado, el Papa nombró a seis mujeres, incluida la ex tesorera del príncipe Carlos de Gran Bretaña, para cargos de alto nivel en el consejo que supervisa las finanzas del Vaticano.
El Papa ya ha designado a mujeres como viceministra de Relaciones Exteriores, directora de los Museos Vaticanos y subdirectora de la Oficina de Prensa del Vaticano, así como a cuatro mujeres como consejeras del Sínodo de los Obispos, que prepara importantes reuniones.
También ha creado comisiones para estudiar la historia de las mujeres diáconas en los primeros siglos de la Iglesia católica, respondiendo a los llamamientos de las mujeres para que se les permita asumir el cargo hoy. Los defensores de una mujer diaconisa esperan que pueda conducir, en el futuro, a las mujeres al sacerdocio.