El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse de Jesús.
El día de los Santos Inocentes es una celebración de tradición pagano-cristiana que se celebra el 28 de diciembre. Durante este día, las normas sociales se vuelven más laxas y la gente busca cualquier oportunidad para gastar bromas o burlarse de sus allegados con una finalidad simplemente jocosa. Aunque hoy en día se trata de una fiesta alegre y divertida, su origen procede de un trágico episodio de la historia antigua. La Iglesia católica recuerda en esta fecha la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén, ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse de Jesús. De acuerdo con el Evangelio de Mateo, la matanza debió haber sucedido después de la visita de los Magos al rey Herodes I el Grande (uno o dos días después del 6 de enero), aunque también la fecha de la adoración de los Magos a Jesús no tiene una fecha dada exactamente en las escrituras.
En el Nuevo Testamento, San Mateo explica cómo unos sabios llegaron a Jerusalén desde Oriente y se presentaron ante el rey Herodes I el Grande. Iban en busca del futuro rey de los judíos que acababa de nacer, pues se había visto una nueva estrella sobre Israel que señalaba la llegada de un rey de reyes. Herodes, desconfiado y temeroso de perder su poder, pidió a los reyes magos que fueran en busca de este niño y volvieran para informarle de su paradero pero el tiempo pasó y los sabios no regresaron.
Para acabar con el problema, Herodes envió a un grupo de soldados a Belén con orden de asesinar a cualquier niño menor de dos años que encontraran allí, asegurándose así de que el anunciado mesías, futuro rey de Israel, muriera. Posteriormente, para recordar a las víctimas del luctuoso hecho, la Iglesia Católica decidió instaurar esta fiesta como homenaje.
La celebración se emparentó con la ‘Fiesta de los Locos’
Como era común en los primeros momentos de la religión cristiana, las celebraciones importantes fueron unidas a fiestas paganas con el fin de que los distintos pueblos las asimilaran rápidamente. En el caso del Día de los Santos Inocentes la celebración se emparentó con la llamada fiesta de los locos, un festival que se celebraba principalmente en Francia entre Navidad y Año Nuevo y que fue fielmente representada por Víctor Hugo en ‘Nuestra señora de París’. Como una especie de prefacio del carnaval, la Fiesta de los locos se celebraba con música, comida, disfraces y todo tipo de comportamientos que hubiesen sido condenados en otras fechas. El origen de celebración de esta fiesta es incierto, pero se encuentran numerosas coincidencias y similitudes con algunas celebraciones de la Antigua Grecia y de Roma, como la festividad de Saturnalia y la fiesta del Sol Invicto.
El día de los Santos Inocentes recogió este ambiente festivo y le concedió un tono más propio de jugarreta infantil, aprovechando los diferentes significados que se le pueden dar al término “inocente” para convertirlo en un día para gastar bromas en un ambiente amigable y relajado.
Aunque es más común en países de fuerte tradición cristiana como España o los países latinoamericanos, el mundo anglosajón celebra una fiesta similar llamada ‘Fools Day’, el 1º de abril.
Frases repetidas
Actualmente, la fiesta está muy extendida en todo el mundo y ha alcanzado niveles muy por encima de lo que se esperaba en sus orígenes. En España e Hispanoamérica es costumbre realizar en esta fecha bromas de toda índole. Incluso los medios de comunicación hacen bromas o tergiversan su contenido de tal modo que la información parezca real. Se trata de una libertad que se dan los agentes mediáticos para dar rienda suelta a su sentido del humor, oportunidad que solamente tienen una vez al año. Es tradición que los periódicos publiquen páginas enteras de noticias cómicas, con la advertencia de que es día de los inocentes, que van desde las que son una obvia mofa a cualquier suceso reciente, hasta las que parecen serias y engañan al lector desprevenido. El día de los inocentes se vive con intensidad en todo el mundo hispanohablante.
Algunas de las frases que más se repiten este día son: “Inocente palomita que te dejaste engañar”, “Que la inocencia te valga”, “Herodes mandó a Pilatos, Pilatos mandó a su gente; el que presta en este día pasará por inocente” e “Inocente palomita te dejaste engañar, hoy por ser día 28 en nadie debes confiar”.