Vivir acumulando tan solo el tiempo en el cuerpo, sin crecer mental y espiritualmente, debe de ser el peor de los pecados del ser humano, ya que si no aprendemos de nuestros errores, templamos nuestras emociones y vemos a la humanidad tal cual es, estamos condenados a vivir dándonos de frente contra un muro sólido e impenetrable que nos mantiene a raya y sin avanzar ni un centímetro.
Afortunadamente la vida, a fuerza del duro aprendizaje por error, me ha ido enseñando cosas importantes que intento aplicar para vivir mejor… Algunas de esas lecciones son:
• Cuando hagas un favor no esperes jamás reciprocidad a la hora de tu necesitar ayuda. La mayoría de las personas se olvidan muy rápido y convenientemente del favor que reciben… Por eso da, pero nunca esperes nada a cambio, eso evita la desilusión y el desencanto.
• El único vínculo verdadero que existe y perdura en el tiempo es el que nace en el corazón, no en la sangre, ni en el cerebro.
• La vida es un círculo o una rueda, puede que hoy creas que ya nunca más vas a necesitar de alguien, pero la vida es larga y, como suele decir mi madre: ‘el dolor de barriga no da una sola vez en la vida’. Por eso se humilde y, sobre todo agradecido, para que cuando el círculo se vuelva a cerrar tengas ‘crédito’ de donde sostenerte.
• La dignidad es el más precioso bien que tiene una persona, quien logra mantenerlo intacto tiene satisfacciones increíbles. Se puede no tener dinero, pero si se tiene dignidad se puede ser igualmente millonario.
• El prometer, cuando se sabe que no se va a cumplir, es tentador y fácil para lograr un cometido pero al final, como resiente el alma, termina estrechando el círculo de personas que te rodean. Por eso si prometes, cumple…
• Dicen que no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver pero… ¡hay de aquel que se dice mudo y no para de hablar!
• Hay mucho lobo que se pone la piel de cordero para sacar provecho propio, así que ten mucho cuidado porque si no puedes llegar a convertirte en una de sus ovejas.
• Si las personas fueran, realmente, lo que se preocupan por aparentar, el mundo sería sencillamente perfecto…
• Nunca digas ‘te quiero’, ‘te amo’, ‘te necesito’, ‘eres todo para mí’, ‘te extraño’, etc., si la palabra no va acompañada de la acción correspondiente. Las palabras son muy importantes y confortan el alma, pero sin la acción correspondiente, se convierten en un látigo que lapida el cuerpo y el alma.
• El silencio es el peor de los castigos. La gente está preparada para el amor y el odio, pero no para soportar la indiferencia.
Lo he dicho muchas veces, hay dos maneras de vivir: o uno pasa por la vida o la vida pasa por uno… de nosotros y solo de nosotros depende cual de los dos caminos elegimos para transitar…