Quizá no todos sepan lo trascendente que ha sido la historia del futbol uruguayo.
Dos veces Campeón olímpico, en 1924 y 1928 jugados en Europa, dos veces campeón mundial, en 1930 y en 1950, 15 veces campeón de América, la competición más importante del continente sur, más veces que Argentina y mucho más que Brasil. Entre sus dos equipos más importantes Peñarol y Nacional, suman 8 copas Libertadores de América y 5 Intercontinentales (Mundial de clubes).
En todos los tiempos y en los últimos 20 años, en todas las grandes ligas del mundo: Italia, España, México, Brasil, Inglaterra, Argentina y Estados Unidos brillan los jugadores uruguayos y siempre hay algún futbolista Charrúa en cualquier país que puedan imaginarse.
Quizá unos de los productos que más se exporta y que más divisas genera para el país sea la venta de jugadores de fútbol. ¿A qué se debe? …bueno se debe a que los uruguayos respiran fútbol, desayunan fútbol y…practican fútbol y en relación a la población la cantidad de canchas y de equipos supera seguramente a cualquier otro país del mundo.
Setecientas canchas de fútbol hay en Montevideo, la capital del país con poco más de 1 millón de habitantes, pero claro desde los tres o cuatro años ya andan niños y niñas corriendo tras una pelota de forma organizada . Basta acercarse a cualquier cancha de fútbol infantil para verlos correr tras una pelota… casi más grande que ellos.
Ya más grandes se sigue practicando a toda hora y se discute y se recurre mucho a la historia fantástica del fútbol uruguayo y se sueña y se sufre con el próximo partido.
Alguna de estas cosas explica la trascendencia del fútbol uruguayo a nivel internacional, aunque eso no es suficiente, porque en muchos países también suceden y no se consiguen tantos buenos resultados. Quizás, entonces, la explicación está por otro lado…
En el fútbol uruguayo existen muchos problemas, canchas de primera división sin baños con agua caliente, jugadores que van a practicar después de trabajar ocho horas, equipos que practican en los canteros de los parques públicos por no tener un lugar propio donde hacerlo, equipos del interior que sobreviven gracias al apoyo de algunos dirigentes con “billetera gorda” o, excepcionalmente, instituciones con arraigo en la comunidad o en el barrio, cosa que en Montevideo ya casi no existe.
Por eso lo del título: muchas estrellas brillando en todas partes, muchos millones de dólares en juego entre los mercaderes, muchas copas levantadas en todas partes del mundo… pero internamente el futbol uruguayo es pobre, sacrificado, humilde. Así es y así fue siempre… y quizá esto último sea lo que verdaderamente explique el milagro de su vigencia a lo largo de la historia…