Las elecciones nacionales están al rojo vivo y no hay una definición aun, decidiéndose voto a voto en estados claves.
Estados Unidos despertó hoy con la misma perspectiva de ayer: expectantes por ver quién será el cuadragésimo sexto presidente de la nación y como se conforma definitivamente el Senado y la Cámara de Representantes. El ánimo de los seguidores de uno y otro candidato ha oscilado al compás de las noticias y serán los estados llamados pendulares los que decidirán, una vez más, el destino del país.
Aun se desconoce cómo será el final y cuando, dado que la enorme cantidad de votos por correo enviados anticipadamente ponen un gran signo de interrogación en el resultado final. Al momento de escribir esta nota el aspirante Demócrata, Joe Biden, tenía 238 votos electorales (50.1%) y el actual Presidente Donald Trump, Republicano, 213 (48.3%). El Senado esta 47-47 (empatado) y la Cámara de Representantes (Demócratas 189 – Republicanos 183). En forma anticipada 64,565,735 fueron votos correo.
A continuación le recordamos como se definen las elecciones presidenciales en el país: en Estados Unidos el voto popular directo no elige el presidente. Esa función recae sobre un colegio electoral de 538 electores provenientes de los 50 estados y el Distrito de Columbia, que depositan los votos por el candidato que haya ganado en su estado. Quien acumule 270 o más votos electorales, gana la presidencia.
El Colegio Electoral es un sistema de elección indirecta creado en 1787 por los autores de la Constitución que refleja el sistema federal de gobierno, asignando el poder no solo al Gobierno y a los ciudadanos, sino también a los estados.
De esta manera, cuando un ciudadano vota por su candidato a presidente, está votando realmente para instruir al elector de su estado hacia dónde debe ser dirigido su voto en el Colegio Electoral. Por ejemplo, cuando un ciudadano deposita su papeleta por el candidato del partido de su preferencia, realmente esta persona está ordenando al “elector” de su estado para que vote por ese candidato en la reunión de electores en el Colegio Electoral. O, lo que es lo mismo, quien gane el voto popular en un determinado estado, conseguirá el respaldo de “los electores” y, por tanto, los votos estatales a ese candidato y su partido.
De darse el caso de que ninguno de los candidatos obtenga más de 270 votos electorales, la Duodécima Enmienda a la Constitución entra a regir y el Congreso decide quien será el nuevo presidente. La combinación de congresistas de cada estado tiene derecho a un voto por estado y una mayoría simple de estados da un ganador.