Las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) están alertando sobre el aumento de los casos de COVID-19 y la época de influenza que ya comienza
A medida que se acerca el invierno en el hemisferio norte, los casos de COVID-19 están aumentando a nivel mundial, especialmente en Europa, donde los países están ampliando las medidas para contenerlo y muchas personas están comprensiblemente cansadas de los trastornos que la pandemia está causando en sus vidas y sus medios de subsistencia. La semana pasada, el número de casos notificados en Europa fue casi tres veces mayor que durante el primer pico de marzo.
Aunque el número de muertes reportadas en Europa la semana anterior es mucho menor que en Marzo, las hospitalizaciones están aumentando y muchas ciudades informan que alcanzarán su capacidad de camas de cuidados intensivos en las próximas semanas.
Cada cama de hospital ocupada por un paciente con COVID-19 es una cama que no está disponible para otra persona con otra afección o enfermedad, como la influenza.
Cada año, hay hasta 3.5 millones de casos graves de influenza estacional en todo el mundo y hasta 650,000 muertes relacionadas con las vías respiratorias.
Durante el invierno del hemisferio sur de este año, el número de casos de gripe estacional y muertes fue menor de lo habitual debido a las medidas implementadas para contener COVID-19.
Sin embargo las autoridades sanitarias dicen que no se puede asumir que sucederá lo mismo en la temporada de gripe del hemisferio norte.
La circulación al mismo tiempo tanto de la influenza como el COVID-19 puede representar grandes desafíos para los sistemas y los establecimientos de salud, ya que ambas enfermedades presentan muchos síntomas similares. Por esa razón, la OMS está trabajando con los países para adoptar un enfoque holístico en la preparación, prevención, control y tratamiento de todas las enfermedades respiratorias, incluida la influenza y el COVID-19.
Muchas de las mismas medidas que son efectivas para prevenir el COVID-19 también son efectivas para prevenir la influenza, incluido el distanciamiento físico, la higiene de las manos, cubrirse al toser, ventilación y máscaras.
Y aunque todavía no hay una vacuna segura y eficaz para COVID-19, si hay vacunas seguras y eficaces contra la influenza.
Por ello, la OMS recomienda la vacunación contra la influenza para cinco grupos específicos: mujeres embarazadas, personas con problemas de salud subyacentes, adultos mayores, trabajadores de la salud y niños.
Estos grupos siguen siendo objetivos importantes para la vacunación contra la influenza.
Sin embargo, uno de los desafíos a los que se pueden enfrentar los sistemas de salud, es que ahora la demanda de vacunas contra la influenza puede superar la oferta en algunos países.
Por lo tanto recomiendan que, entre los cinco grupos de riesgo, los trabajadores de salud y los adultos mayores sean los grupos de mayor prioridad para la vacunación contra la influenza durante la pandemia de COVID-19, además de recomendar el uso de antivirales para tratar a las personas con influenza.