Hay gente que dice que no se debe de mirar atrás y que hay que mantener siempre la vista adelante pero, si uno no refresca sus raíces con los hechos históricos que han acontecido en el mundo y que lo han cambiado drásticamente, estamos condenados a que, por ignorancia, podamos volver a revivirlos. Por eso adentrarse en la historia y analizar los hechos que han ocurrido a través de los tiempos nos pueden dar la perspectiva exacta para no repetir errores y seguir el mejor camino en bien de todos.
Digo esto porque estamos en el mes de uno de los hechos históricos más importantes de la humanidad, el descubrimiento (por parte de los europeos) del continente americano. Muchas personas se aprestan a celebrarlo de diversas maneras pero, como ya lo he dicho muchas veces, más que celebrarlo habría que conmemorarlo solemnemente… ¿Por qué? Porque según el diccionario de la Real Academia Española festejar o celebrar es regocijarse, alborozarse, sentir alegría por un hecho y me pregunto francamente si el descubrimiento es motivo de regocijo.
Es un hecho histórico remarcable, de eso no hay dudas y se puede decir que en su momento cambió el rumbo de la humanidad, pero también fue el primer paso para una conquista cruel, que exterminó casi por completo a los indígenas y a las civilizaciones que vivían en el continente.
Festejar el comienzo de un exterminio tan cruel y la devastación de una cultura milenaria no me parece correcto y, además, creo que es muy injusto para con los descendientes de los nativos americanos.
El deseo de poder y riqueza por parte de los conquistadores, que lo único que les importaba era enriquecerse y mejorar su estatus social, hicieron estragos en los indígenas y dejaron huellas indelebles en todo el continente.
Aunque no se diga, aunque se trate de retocar la verdad, el descubrimiento de América y la posterior conquista, han sido una de los hechos más sangrientos de todos los tiempos y uno de los avasallamientos mas infames a la cultura universal.
Los Mayas, Aztecas, Incas y todas las culturas precolombinas, que ostentaban asombrosos avances astronómicos y científicos, amén de tener una cultura muy rica, fueron literalmente exterminados por la ambición y el poder.
Desde niños se nos ha hecho ver al descubrimiento de América como un hecho positivo, hasta si se quiere agradable. Se nos ha hecho ver las peripecias de los descubridores, de lo visionarios que eran, de lo altruista que fue su cruzada, pero la realidad nos muestra tristemente que el acontecimiento dista muchísimo de ser un hecho inocente y positivo para las culturas autóctonas.
Por eso en lo personal me cuesta “festejar” el 12 de Octubre, más bien siento que se debe de conmemorar esa fecha y así se haría justicia con el hecho histórico en sí y también con los nativos americanos.
El 12 de Octubre debería de ser un día de recuerdo para un hecho histórico sin precedentes en la historia de la humanidad, pero también una conmemoración solemne por la pérdida de la vida de ciento de miles de indígenas que quisieron defender su territorio y sus costumbres ancestrales, ante la indiferencia de los conquistadores que solo tenían en sus retinas el refulgir dorado del oro que les cegó los ojos y les endureció el corazón, masacrando sin piedad todo lo que se cruzaba en su camino en busca de un tesoro que, estando ante sus ojos, nunca pudieron encontrar…porque para ellos el tesoro era material y no se dieron cuenta que, en realidad, el gran tesoro era la nueva cultura que acababan de descubrir…