Según un informe de los CDC, nuevos datos muestran que la obesidad se está incrementando en adultos
Nuevos datos presentados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que la prevalencia de la obesidad en adultos está aumentando y que persisten las disparidades raciales y étnicas. En particular, los adultos con obesidad tienen un mayor riesgo de sufrir resultados graves por el COVID-19.
Los mapas de prevalencia de obesidad en adultos de 2019 muestran que doce estados ahora tienen un aumento en la obesidad en adultos igual o superior al 35%: Alabama, Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Michigan, Mississippi, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental. Esto es superior a nueve estados en 2018 y seis estados en 2017.
Los mapas desglosan la prevalencia de la obesidad en adultos por raza, etnia y ubicación según los datos de peso y altura auto informados. Los datos combinados de 2017-2019 muestran notables disparidades raciales y étnicas:
- 34 estados y el Distrito de Columbia tenían una prevalencia de obesidad del 35% o más entre los adultos afroamericanos no hispanos.
- 15 estados tenían una prevalencia de obesidad del 35% o más entre los adultos hispanos.
- 6 estados tenían una prevalencia de obesidad del 35% o más entre los adultos blancos no hispanos.
Además de los mapas, los CDC han publicado una declaración resumida sobre la obesidad y la raza y el origen étnico en relación con el riesgo de COVID-19. La obesidad empeora los resultados del COVID-19, lo que aumenta el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte.
La obesidad afecta de manera desproporcionada a algunos grupos minoritarios raciales y étnicos que también tienen un mayor riesgo de contraer COVID-19.
Estas disparidades subrayan la necesidad de eliminar las barreras para una vida saludable y garantizar que las comunidades apoyen un estilo de vida saludable y activo para todos.
Si bien los cambios en el sistema y el medio ambiente pueden llevar tiempo, podemos dar pequeños pasos ahora para mantener o mejorar nuestra salud y protegernos durante esta pandemia.
Mantenerse activo y llevar una dieta saludable puede respaldar una función inmunológica óptima y ayudar a prevenir o controlar las enfermedades crónicas que empeoran los resultados del COVID-19.
Estas acciones, además de dormir lo suficiente y encontrar formas saludables de lidiar con el estrés, pueden ayudar a mantener el peso y mejorar la salud en general.